Soy entrenador de edades formativas algunos años, bastantes diría yo. Y también en mi formación académica psicólogo y cursando maestría en psicología deportiva. Con esto te quiero decir que estoy enrolado a la problemática que vivimos los profes frente a un equipo formativo.
Te pregunto algo: ¿Tú trabajas con niños y jóvenes (talentosos y menos talentosos)?
Entonces, sabes que entrenar no se trata solo de táctica y técnica. Hay sueños, alegrías, miedos, decepciones y muchas cosas más que viven nuestros alumnos. En el día a día aprendí algo: los niños y jóvenes son un cúmulo de emociones que muchas veces solo quieren jugar, y sentirse seguros en un espacio de amigos y compañeros.
Pero también existen deportistas que no solo desean jugar, sino que poseen todas las condiciones para trascender, y en nosotros buscan una guía formativa, un referente donde nuestra palabra marca el camino.
Por ello, si queremos llevar a nuestros deportistas al siguiente nivel, conozcamos un poco el “dúo dinámico”: la sinergia entre el Psicólogo Deportivo y el Coach Deportivo, una alianza clave para potenciar el rendimiento y el crecimiento integral de cada deportista, en cualquier disciplina.
Ambos conceptos para nuestra sociedad creería que son relativamente nuevos, pero son herramientas valiosas en el desarrollo de nuestros deportistas. En conocer sus diferencias y cómo se complementan es una de las claves del éxito.
El Psicólogo Deportivo: una mirada, hacia dentro del deportista.

Visualiza al psicólogo deportivo como el médico del bienestar mental y emocional del deportista. Su rol no se enfrasca en el rendimiento deportivo, sin duda va un poco más allá:
- El psicólogo deportivo se encarga de entender cómo piensa, siente y actúa el deportista dentro de su deporte, ayudándolo a manejar mejor su reacción a las diferentes circunstancias que experimenta entorno a su actividad.
- Trabaja tanto en las debilidades (miedo a equivocarse, ansiedad, manejo de la ira, traumas, etc.) como en las fortalezas del deportista.
- Inclusive va un poco más allá, podría generar diagnósticos clínicos y, si es necesario, abordar patologías que puedan estar afectando al rendimiento o al bienestar general del deportista.
Para entenderlo mejor: el psicólogo deportivo es quien te ayuda a tener una mente fuerte, superar tus miedos y fortalecer tu carácter para rendir mejor en el deporte.
El Coach Deportivo: El constructor de tus Metas

El coach es el arquitecto, construye deportistas y usa todos los recursos del deportista para llevarlo a otro nivel. Su misión es ayudar al deportista a conseguir objetivos, asumiendo que ya cuenta con una base de salud mental, (no se enfrasca en lo emocional del deportista)
- Muchas veces se centra exclusivamente en las fortalezas del deportista.
- Su objetivo principal es la consecución de metas y objetivos (desarrollo técnico, táctico, estadísticas, buenos hábitos) y utilizar todos los recursos que tiene a la mano para llegar al objetivo, individual y de equipo.
- Siempre utiliza el diálogo, con preguntas directas (inconscientemente en el método GROW –googlea Método GROW aplicado al deporte-) para que el propio deportista descubra sus soluciones.
En resumen: El coach es el constructor de talentos, que transforma el potencial del deportista en resultados medibles y elabora un plan de trabajo concreto.
Un trabajo de equipo: La clave de todo
La mayor potencia de estas disciplinas radica en su colaboración.

Ambos profesionales pueden ayudar al deportista, y su trabajo se podría complementar así:
- Del Psicólogo al Coach: Una vez que el psicólogo ha ayudado al deportista a superar una barrera emocional (ej. ansiedad por competición, miedo al dt, terror a la banca), el coach puede planificar un plan de acción y trazar las metas de rendimiento del deportista,
- Del Coach al Psicólogo: Si el coach detecta que una barrera de rendimiento está causada por un problema emocional profundo, como un trauma, se visualiza ansiedad, inclusive miedos, debe derivar al deportista a su psicólogo deportivo.
La colaboración entre el Psicólogo Deportivo y el Coach Deportivo (el PROFE); es esencial para el desarrollo integral del deportista. Cuando ambos profesionales trabajan en equipo, logran un equilibrio entre la fortaleza mental y el rendimiento físico, potenciando no solo las habilidades técnicas, sino también la confianza, la motivación y la estabilidad emocional del deportista. Esta sinergia permite transformar el potencial en resultados reales: el psicólogo deportivo ayuda a liberar bloqueos y fortalecer la mente, mientras el coach canaliza su capacidad en metas concretas y medibles. Juntos, crean un entorno seguro, motivador y enfocado en el crecimiento integral y constante del deportista.

